Pasión de multitudes. En él millones de personas proyectan sus esperanzas de exito y realización. El equipo querido te llena de alegrías cuando triunfa y te entristece cuando pierde. Esta gente apasionada discute sobre las mejores tácticas y estrategias para el próximo encuentro, analizan el rendimiento de los jugadores y el desempeño del entrenador.
Todos tratan de manifestar su experticia en esta afición.
Saber de futbol es propio de un macho, jugar futbol también. Pero la verdad es que a mi me importa una hueva el futbol. No estoy ni ahí con el peloteo, pero respeto a los que les gusta, aúnque no respeto mucho a los fanáticos que se confunden con el lumpen. Para mi ser fanatico del Colo o la Chile es sinónimo de delincuente y cogotero.
Creo que la delincuencia y el fútbol se fusionan en una suerte de sadomasoquismo. En efecto, siempre que uno habla con un pichangero te cuenta que le pegaron una patada, o se cayo y se le hincho la mano, tiene una contractura, un esguince, etc. Eso es la parte masoquista y la sadica es más oculta pero es evidente: el codazo, la "plancha", el empujón, el pelotazo al cuerpo, etc.
De todas maneras hay que distinguir entre la acción propiamente deportiva y el entorno sicosocial que se ha generado producto de la compleja situación de enajenación de la clase asalariada producto de la explotación maquillada de "el esfuerzo del progreso".
"la culpa no la tiene el chancho sino el que le da el afrecho"
Todos tratan de manifestar su experticia en esta afición.
Saber de futbol es propio de un macho, jugar futbol también. Pero la verdad es que a mi me importa una hueva el futbol. No estoy ni ahí con el peloteo, pero respeto a los que les gusta, aúnque no respeto mucho a los fanáticos que se confunden con el lumpen. Para mi ser fanatico del Colo o la Chile es sinónimo de delincuente y cogotero.
Creo que la delincuencia y el fútbol se fusionan en una suerte de sadomasoquismo. En efecto, siempre que uno habla con un pichangero te cuenta que le pegaron una patada, o se cayo y se le hincho la mano, tiene una contractura, un esguince, etc. Eso es la parte masoquista y la sadica es más oculta pero es evidente: el codazo, la "plancha", el empujón, el pelotazo al cuerpo, etc.
De todas maneras hay que distinguir entre la acción propiamente deportiva y el entorno sicosocial que se ha generado producto de la compleja situación de enajenación de la clase asalariada producto de la explotación maquillada de "el esfuerzo del progreso".
"la culpa no la tiene el chancho sino el que le da el afrecho"
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