Claramente lo que hizo la jóven Música Sepúlveda a la Ministra Mónica Jiménez fué una falta de respeto, un acto violento contra una representante del poder legalmente constituido.
¿Tiene alguna justificación lo que hizo?, yo creo que sí.
Primero debemos contextualizar. Siempre a las autoridades se le han tirado cosas (huevos, tomates, escupos... o flores) para representar el sentir de la gente o de un grupo. No es la falta de respeto una pendeja a su profesora, es la manifestación simbólica de la impotencia frente a una situación que se percibe injusta en la persona de la Ministra.
La verdad es que esas acciones dicen mucho más que cartas al diario, firmas, reuniones, etc.
Estos actos son simbólicos y tienen que ver con lo que representan las personas que con la persona misma. La ministra puede ser una exelente mujer en lo personal (buena madre y abuela) pero como ministra se ha pasado por la raja todas las críticas. Ha dicho que la mayoría de los jovenes y apoderados quieren tener clases y que ella está dispuesta a dialogar, es decir, los jovenes y profesores que protestan son un grupito molestoso sin peso. Así la LEGE va al parlamento y con ello cualquier dialogo no tiene relevancia.
Personalmente tengo rabia y si fuese estudiante estaría dispuesto a perder clases y arriesgar un año por algo que trasciende mis intereses personales, por un futuro mejor para la mayoría.
Una Ley de la república dura minímo 20 años y no podemos aceptar que los intereses comerciales se antepongan al verdadero desarrollo humano y espiritual que nuestra nación se merece.
Si la ministra fuese hombre, yo personalmente le escupiría en la cara, hasta un combo le pegaría, y con gusto hiría a la carcel, es decir, asumiría el castigo.
Yo creo que si nos pelearamos más, el mundo sería más pacífico, lo digo por que los grandes asesinos, los que diseñan las armas de destrucción masiva, los que mantienen a la gente en la miseria y la explotan generalmente son buenas personas, son buenos padres de familia y van a misa todos los domingos y respetan a la autoridad "que procura el bien común". Y al revés, la gente buena para pelear son más transparentes y buenos amigos.
No sé, es solo mi impresión.
¿Tiene alguna justificación lo que hizo?, yo creo que sí.
Primero debemos contextualizar. Siempre a las autoridades se le han tirado cosas (huevos, tomates, escupos... o flores) para representar el sentir de la gente o de un grupo. No es la falta de respeto una pendeja a su profesora, es la manifestación simbólica de la impotencia frente a una situación que se percibe injusta en la persona de la Ministra.
La verdad es que esas acciones dicen mucho más que cartas al diario, firmas, reuniones, etc.
Estos actos son simbólicos y tienen que ver con lo que representan las personas que con la persona misma. La ministra puede ser una exelente mujer en lo personal (buena madre y abuela) pero como ministra se ha pasado por la raja todas las críticas. Ha dicho que la mayoría de los jovenes y apoderados quieren tener clases y que ella está dispuesta a dialogar, es decir, los jovenes y profesores que protestan son un grupito molestoso sin peso. Así la LEGE va al parlamento y con ello cualquier dialogo no tiene relevancia.
Personalmente tengo rabia y si fuese estudiante estaría dispuesto a perder clases y arriesgar un año por algo que trasciende mis intereses personales, por un futuro mejor para la mayoría.
Una Ley de la república dura minímo 20 años y no podemos aceptar que los intereses comerciales se antepongan al verdadero desarrollo humano y espiritual que nuestra nación se merece.
Si la ministra fuese hombre, yo personalmente le escupiría en la cara, hasta un combo le pegaría, y con gusto hiría a la carcel, es decir, asumiría el castigo.
Yo creo que si nos pelearamos más, el mundo sería más pacífico, lo digo por que los grandes asesinos, los que diseñan las armas de destrucción masiva, los que mantienen a la gente en la miseria y la explotan generalmente son buenas personas, son buenos padres de familia y van a misa todos los domingos y respetan a la autoridad "que procura el bien común". Y al revés, la gente buena para pelear son más transparentes y buenos amigos.
No sé, es solo mi impresión.