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Teletón y la solidaridad de los chilenos



La meta para este año son $11000*10E6 de los cuales según Don Francisco el 20% es donación de las empresas, pero ojo que son las empresas auspiciadoras, no están consideradas las que entregan el aporte sin utilizar la publicidad de empresa oficial durante la campaña de un mes antes, como Jumbo, Líder, Falabella, etc. Me imagino que en total igualarán la donación de las primeras, por lo tanto nos quedan (con mala suerte) unos $7000*10E6 de aporte directo del público lo que equivaldría a 7*10E6 personas que donaran $1000 (48% de la población)lo que no me parece una misión imposible, ahora bien, restemos toda la gente que no trabaja, es decir cabros chicos, pokemones, pelolais y toda la fauna juvenil más los vejetes, y por supuesto los necesarios cesantes, debiendo ser en total 2/3 de la población, lo que nos deja un total, de 5*10E6 trabajadores y trabajadoras quienes debieran aportar $1400 por nuca, ¿Mucho?, sinceramente creo que para una buena parte de la población que apenas le alcanza pa’ parar la olla es mucho así que hagámoslo considerando tres tramos de sueldos con un 50% de trabajadores que ganan menos de 200 mil y que podrían aportar con gran esfuerzo $500 lo que nos da una cifra de $1250*10E6, de la otra mitad supongamos que 1/3 (de la mitad o el 5% de la población)gana más de 10 veces el sueldo mínimo, es decir que unos 800 mil personas ganan mas de un guatón y medio (les aseguro que el promedio del tercio superior de trabajadores gana en promedio más de dos guatas, médicos, ingenieros, abogados, empresarios… ) por lo tanto sería lógico que se pusieran con una Gabriela y los otros 2/3 con Luka no más. Razonable ¿o no?. No creo que sea difícil contrastar estas cifras con datos del INE (lo haré en unos días más). Creo que nadie se desangraría con estos montos, pero entonces ¿por qué es un parto lograr la meta cada año?. SIMPLEMENTE PORQUE LA SOLIDARIDAD DE LOS CHILENOS ES UN MITO MÁS DE ESTA LARGA Y ANGOSTA FAJA DE TIERRA.

La verdad es creo que la Teletón es un gran esfuerzo, pero seamos sinceros, aparecer unos minutos en la Teletón es una gran publicidad y recompensa con creces ,a mi modo de ver, el esfuerzo que hace el artista (utilizando el concepto de artista de un modo muy amplio). Lo mismo pasa con las empresas que hacen “un gran esfuerzo” donando cuantiosas sumas que creo no son más que las ganancias netas de un día de trabajo, en el fondo no es que pierdan sino que simplemente deján de ganar ese 40% por sobre los precios de coste de sus productos, o sea quedan parejitos el día de la Teletón, pero mejorando su imagen, es decir, donar es una acción estratégica dentro de la gestión de marketing que compensará sobradamente ese “esfuerzo”.

Ojo, que no estoy en contra de la Teletón, porque no puedo estar en contra de ayudar a quien lo necesita aquí y ahora y que no puede esperar a una transformación social revolucionaria que haga innecesario subsumir la “solidaridad humana” a los intereses del Capital. No estoy en contra como tampoco lo estoy de la prostituta que remató 27 horas de amor y ofreció las ganancias de su trabajo a esta noble causa. Ella no es sino el mejor paradigma para explicar como funciona las donaciones de las empresas, lo que dan se recompensa con creces con la publicidad que logran. Mal que mal ella es una muy guena empresaria.

Comentarios

Anónimo dijo…
Quizás solidaridad no sea el concepto, quizás es otra la palabra. Como sea que fuere, el hecho es que la plata se junta, los centros existen y los niños lo aprovechan. Quizás es un punto de vista muy pragmático ... Pero creo que aguantar publicidad de las empresas no es coherción y nadie está obligado a dar dinero, comprar los productos ni ver el programa. Te apuesto que diste plata y viste a las vedettes!!
Anónimo dijo…
Se obvian las palabras ya que tu las haz dicho...para expresar la disconformidad anímica y de sentido común que se siente con ese episodio farandulero anual llamado Teletón. Me pregunto porqué no se hace el Gobierno de Chile cargo de esos problemas sociales. En cambio tiene que venir un invididuo a solucionarlos con esa "pseudo solidaridad! mercantilista y toda esa parafernalia hueca... Yo estoy absolutamente en contra de esa Teletón. En este país somos tan ingenuos que no tenemos la capacidad de análisis, y que tú en tu artículo " Teletón y la solidaridad de los chilenos" nos lo demuestras, para comprender y ver los entretelones de este negocio "turbio" y "fraudulento" y con dificiles posibilidades de desmascarar como tal, debido a la compleja enmaraña de intereses que es la Teletón. Fuera de que en Chile el que no piensa como el rebaño, no se va al cielo... Personalmente me encanta el infierno, donde llegan los inteligentes!
Marco A. Delpiano
Anónimo dijo…
Hola Renzo,

Estoy en desacuerdo con gran parte de tu articulo y te explico por que.

En general tengo aversión por definir conceptos o asignarle palabras a determinadas formas de actuar. La solidaridad existe como concepto y estoy seguro que esta entre las motivaciones de muchas personas que participan de la Teleton. De todos? Lo dudo. Pero en realidad no necesitamos hablar de solidaridad. Supongamos que en realidad no hay solidaridad en la Teletón. Supongamos que todos actuan de acuerdo a su propio interés. Que las empresas donan porque sus ventas van a aumentar en el largo plazo. Que los animadores animan porque tendrán más minutos de pantalla y mejorarán su imagen. Que las personas van al banco porque se sienten emocionalmente chantajeadas a entregar dinero a partir los llamados patéticos durante la transmición. Y que quienes sufren de discapacidad se prestan para hacer los llamados patéticos de manera de mover esta máquina. Supongamos que todo eso es así. Todo lo anterior no cambia en nada los hechos fundamentales. Que hay niños y adultos que sufren de discapacidad. Que los tratamientos no están al acceso de sus posibilidadades geográficas y/o económicas. Que esperar hasta que el estado fuera capaz de tomar la iniciativa habria sido desastroso para generaciones de niños y jovenes.

La teletón ha demostrado ser una solución en un sentido abstracto. Esto es, a través de la campaña se reunen los fondos que se necesitan para resolver los problemas de los niños con discapacidad (no sin costos, por ejemplo, el daño moral asociado al envilecimiento de considerar solidaridad algo que no necesariamente lo es (que es muy parecido a la compra de indulgencias)).

Cuál es la alternativa? Que el estado se haga cargo? A través de que mecanismo? Sería solidaridad si lo pagaramos de nuestros impuestos, podriamos entonces sentir orgullo?


Sinceramente importa un pepino si es solidaridad, generosidad o si la plata se reune a regañadientes y entiendo que tu post es paradójico, porque planteas tus reparos pero sobre la misma te das cuenta que no es posible estar en contra de la Teletón. Pero a pesar de toda esta expiación colectiva de culpas, estoy seguro que en algunos corazones se manifiesta la solidaridad pura, y que alguien libremente va y dona platita, sin contarle a nadie, pensando sólo en los niños. Que impuesto podría lograr eso?

Roberto R.
Unknown dijo…
Si nos ponemos a pensar, si es bueno o malo, si es farándula o solidaridad, entraríamos a una discusión epistemológica, en la cual, la salida seria bastante lejana, pero necesaria.
La solidaridad, es parte de nuestra identidad, verdad o mentira, toda identidad se construye. Por que destruirla, si tan pocas cosas que nos identifica como chilenos, ¿enumérelas?, pocas verdad. Garcia Canclini diría que tenemos identidad hibrida, por lo cual, que mejor que tener, dentro de la multiplicidad de aspectos ajenos y externos al territorio, que nos crean como chilenos un concepto que nos dice SOY solidario. Aunque no sea verdad o solo la tengamos una vez al año. Si dentro del imaginario colectivo tenemos al Ingles como puntual y que toma te a las 4 de la tarde, por que no podemos crear un imaginario de solidario.

No creo que el Estado se deba hacer cargo, para eso tenemos a las Isapres, que se hagan de una vez por todas, cargo de la salud de los Chilenos!!, como no va a estar dentro de los 2000 planes de salud, uno, solo uno que no expulse a las familias que padecen de la necesidad de rehabilitación de un hijo. Parece lastimoso, pero es increíble que los expulsen cuando hay enfermedades graves y los hijos nacen con malformaciones.

Pero desde el punto de vista practico de que quejarnos si el resto de la semana no tenemos nada mejor en la televisión, solo asesinatos, asaltos peleas entre parlamentarios.

Marcelo Sandoval Araya

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